La mayor parte de la humanidad está predispuesta a la sumisión. Gente inconsciente, completamente administrada. Quien ha entendido, ha entendido, no necesita consejos. Quien no ha entendido nunca entenderá. No culpo a estas personas porque están estructuradas para vivir. ¿Hogar significa simplemente vivir? Comer, beber, respirar, dar a luz, trabajar, mirar televisión, comer pizza los sábados por la noche...

Su mundo termina ahí. No puedo percibir nada más.
En cambio, hay un grupo muy pequeño de seres humanos que son "defectos de fabricación": han escapado del control de calidad de la línea de producción.
Son pocos, son herejes, son guerreros, son anarquistas.

Aún creen que exista la democracia?

Una de las grandes promesas del gobierno más progresista de la historia fué la derogación de la LEY MORDAZA. Junto con la derogación de la reforma laboral.

La LEY MORDAZA continúa siendo un instrumento de represión que persigue y castiga la protesta social, usando el miedo como instrumento de dominación.

Vemos también, como se usa esta arma del miedo en el tema laboral. El miedo a perder el trabajo si se reclaman tus derechos laborales.

La REFORMA LABORAL apenas ha sido modificada, aunque nos secuestren la verdad los dueños de los medios de comunicación. La subida salarial apenas compensa el incremento del coste de la vida. Esta “no derogación” es una parte más de la precarización de la clase trabajadora y la dominación de la sociedad. Reforma laboral tras reforma laboral las condiciones empeoran siempre para los mismos. Cada vez menos derechos, cada vez más represión. Y sobre esto la economía ha crecido, se ha desarrollado la sociedad capitalista y unos pocos se han hecho multimillonarios. Para que esto haya sido posible ha sido necesaria una deriva de la conciencia de la clase trabajadora que no cuestiona las instituciones del Estado, ni el modelo económico capitalista creando una ideologia basada en el consumo.

A todo esto han contribuido los partidos politicos de izquierdas y derechas a lo largo de la historia, usando el miedo como arma. Su discurso en favor del estado del bienestar, el crecimiento económico y el modelo de producción capitalista han sido definitivos para borrar la lucha a favor de destruir el Estado y cualquier institución que defienda la explotación humana.

Desde CNT-AIT hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que se organice y deje de soñar con las falsas promesas de bonanza que ofrece el sistema. Es necesario hacer memoria, recordar como todas lasgrandes conquistas se han logrado a través de la acción directa y la lucha social en las calles; dejemos de creernos clase media y luchemos por salir de esta realidad que nos aliena. Recordémoslo cuando las organizaciones políticas lancen de nuevo sus falsas promesas de bonanza y prosperidad. Sólamente una clase obrera consciente y organizada podrá garantizar un futuro próspero y en paz.

Vamos a hacer una revisión historica para ver como se repite hoy día la misma situación. Viajamos a la antigua Grecia.

El sistema aristocrático terminó cayendo en el siglo VIII a.C. con la aparición de los Hoplitas -guerreros que podían pagarse su equipo por ser ricos comerciantes y artesanos- que en realidad fueron la nueva clase media nacida por la prosperidad de la Grecia clásica. Luego apareció la moneda y las compañías,también llegan los antidemócratas comerciantes. Ahora con la reclamación de sus derechos,los Hoplitas pusieron en "entredicho" su sociedad.

Las clases más bajas, ante la incertidumbre de los cambios sociales provocados por la nueva clase media de los Hoplitas provocaron las primeras guerras por la democracia griega. La lucha civil interna fue endémica cuando la fundación de colonias dejó de ser suficiente para contentar a los más desposeídos. Y la Aristocracia comenzó una serie de reformas como representó el sabio Solón de Atenas, pero también, en otras partes de Grecia, la misma Aristocracia llevada por la ambición se apoyó en los Hoplitas para instaurar la tiranía. Según los expertos, la mayoría de los tiranos eran marginados de la clase aristocrática del siglo VII y VI a.C.-; el propio Aristóteles señaló que los tiranos se presentaban ante el pueblo, o sea,los "DEMOS", como los campeones contra la oligarquía.
"Por lo tanto, la tiranía fue,
con el arma del miedo y la represión por la fuerza de las armas, el puente oportunista, por el que los griegos pasaron a las oligarquías aristocráticas,y ha los gobiernos populares.

¡Aunque!, Esparta, prefirió el camino de un Estado cerrado como una economía planificada de corte burgues,similar al-Comunismo actual- que sería el espejo donde se mirarían los Totalitarismos socialistas,como el fascismo, comunismo más la ultraderecha y la ultraizquierda- "del siglo XX y XXI."

APRENDIERON A USAR EL MIEDO COMO ARMA.

Cuando los Vikingos Invadieron Francia en el 845, derrotaron con facilidad a todas las tropas que les envió el Rey Luis.
Como el ejército del Rey tenía una ventaja de 10 a 1, entre los Francos corrió el mito que los Vikingos no conocían el miedo.

-Claro que conocemos el miedo, dijo Ragnar, solo que no lo fomentamos.
El miedo lleva a la servidumbre, la obediencia y la esclavitud, que es un destino mucho peor que morir en batalla.
Nosotros no adoramos a un jefe, es uno más, elegido momentáneamente, discutimos todo en asambleas, y nuestras mujeres son libres.

Hace 6000 años los manipuladores descubrieron que el miedo servía para esclavizar a las personas, y comenzaron a fomentarlo.
Ni siquiera debía ser un miedo a algo tangible, es más, mejor que no lo fuese.
Tanto servía el miedo a un demonio, a un dios vengativo o a un universo perverso.
El miedo hizo que padres entregaran a sus hijas para ser quemadas por brujas, o a sus hijos para ser sacrificados en un altar, o en las trincheras de Verdún.
A veces hubo gente que no se sometió, en el año 1000 un grupo de jovenes de la Isla de Bora Bora se cansó de los sacrificios humanos que habían convertido el paraiso en un infierno.
- Si no les gusta, váyanse, desadaptados, les dijeron riendo. ¿A donde iban a ir?.
Pues cargaron un barco con comida y animales y se hicieron a la mar.
Los van a matar las tormentas, los tiburones, la sed, les gritaron.
Navegaron 22 días sin saber adonde iban, hasta encontrar unas islas deshabitadas a las que llamaron Hawaii.
Antes de bajar se prometieron que nunca más habrían sacrificios, que si alguien quería honrar un dios, que lo haga con flores.
Existe una gran diferencia entre el MIEDO y el TEMOR:
El temor, es ese sentimiento que nos permite subsistir, es esa "alarma" que nos avisa de que tenemos que cuidarnos y muchas veces es el resultado de experiencias anteriores.
También nos permite cuidar nuestra vida, familia y pertenencias y es algo natural.
El MIEDO es ese sentimiento paralizante que te impide no sólo pensar o razonar, sino que te incapacita por el terror que sientes incluso en niveles muy altos, te inmoviliza hasta llevarte incluso a morir por la incapacidad que tienes de reaccionar.
Y es precisamente el miedo lo que históricamente nos ha causado tantas creencias limitantes en nuestra vida.
¡NO TENGAS MIEDO!
Nuestros niños y niñas - y los cachorros -, nacen sin miedo, el miedo es cultural.

Nuestra solución a estas tácticas de dominación, pasa por la aplicación del anarquismo en el mundo real.

El objetivo del anarquismo es luchar contra ese miedo endémico a través de la revolución, entendiéndolo con un doble sentido. Negativamente estamos en contra del capitalismo y del Estado. Positivamente, estamos a favor de la democracia directa y participativa en toda la sociedad.

El Estado es el poder jerárquico y burocrático que se encuentra separado y por encima del pueblo que gobierna. ¿recodáis la trampa de la representatividad?

La creación de la democracia es la destrucción del capitalismo porque nosotros, los trabajadores y trabajadoras estamos subordinados a los empresarios y políticos que dirigen y explotan nuestro trabajo para obtener sus beneficios y su poder.

La democracia no es votar a dirigentes para que decidan en nuestro nombre cada cuatro años; una oligarquía seleccionada por votación sigue siendo una oligarquía.

Democracia sería poder reunirmos en base a la igualdad para debatir y decidir directamente sobre las cuestiones que nos afectan en común. Recordad que lactual ley mordaza del gobierno más progresista de la historia prohibe la reunión en espacios publicos y abiertos a más de 20 personas…

La autonomía colectiva e individual son dos caras de la misma moneda. No puedes lograr un desarrollo pleno de tu individualidad a menos que que crees y participes activamente en instituciones sociales que realicen y practiquen la autonomía colectiva. Por esto es TÁN IMPORTANTE que la afiliacion de CNT-AIT se implique con el sindicato. Que exista un activismo de alta intensidad.

El objetivo final de los anarquistas es la revolución social, osea, la extensión de la democracia directa y participativa a toda la sociedad. Cada reunión, cada piquete, cada acción representan un acontecimiento en el que el poder del capitalismo y el poder del Estado, (los políticos), encuentran resistencia y se les hace retroceder.

Cada intento de organización demuestra el hecho de que pensamos y actuamos por nosotros mismos SIN MIEDO, como individuos y como miembros de la clase obrera. Esto es lo que convierte un proyecto en realidad. La revolución son todos los pasos que damos día a día para apoyarnos mutuamente a través de la militancia en nuestra organización, o en otras organizaciones. Esto es lo que a largo plazo hace real la revolución y los resultados y beneficios obtenidos de la participación son directos y muy gratificantes a pesar de la distancia de nuestro objetivo final.

Los valores como igualdad, autonomía, solidaridad, colectividad, ayuda mutua, democracia directa, acción directa, federación que ponemos en práctica hoy en nuestras organizaciones son los mismos valores que imperarán en nuestra futura sociedad anarquista y libertaria. Y nada construye más la confianza en uno mismo y la verdadera amistad con los demás que comprometerse en una lucha social.

Es preciso no perder de vista nunca lo que significa la palabra «anarquía», ó mejor, lo que es, lo que representa, lo que instituye esta palabra en nuestras críticas respecto á las varias fórmulas ó sistemas consecutivos al bienestar de la humanidad que se presentan en el horizonte indefinido del progreso.

No podemos tener como á tales, los anarquistas, un criterio cerrado y por consecuencia limitado respecto á la manera cómo deberá regirse la sociedad del porvenir hecha que esté la revolución social; es decir, destruido que se haya el orden social existente con todo el fárrago de leyes políticas y económicas, autoridad, propiedad, religión, etc., porque sería negar nuestra propia doctrina, la esencia misma de nuestro ideal de libertad.
La anarquía, además de ser la representación del sin gobierno, es la genuina expresión de la libertad total: libertad de pensamiento, libertad de acción, libertad de expresión, libertad de desenvolverse; todos cuantos conceptos puedan considerarse libres, los representa la acracia.
Ahora bien: entendiendo que la anarquía es lo que acabo de decir, cuantos quieran vivir en la amplia atmósfera de una situación libre y sean enemigos de la autoridad; cuantos, llámense A ó B, suspiren porque la humanidad encuentre su bienestar, libertada de esclavos y de señores, de dirigidos y de directores, son anarquistas, puesto que la anarquía es la genuina representación de la libertad en todas sus manifestaciones.
En el camino que recorremos encontramos diversas maneras de apreciar lo que será la sociedad futura; ¿sería razonable, por ejemplo, que yo dijera: poseo la certeza absoluta respecto la manera cómo se regirá la sociedad del porvenir, la fórmula de la sociedad ideal que mi cerebro ha forjado es la que prevalecerá, la que se imponga á los humanos hecha que esté la revolución social? No; porque se me podría objetar: «prevalecerá en los que estén conformes con ella, de ninguna manera en los que no lo estén; suceder lo contrario no sería posible, puesto que no habría quien lo impusiera ó dejaría de ser anarquía».

Todas las tendencias antiautoritarias son dignas de respeto y de estudio, como abonadas que están en el campo ácrata. Aun cuando más allá de la anarquía no hay nada, no puede haber nada, porque ella representa una idea absoluta, puesto que es la libertad absoluta, más allá del colectivismo, más allá del comunismo, más allá del individualismo puede haber algo, lo hay ya, sin duda, y por ello no debemos ni podemos los anarquistas cerrar nuestro criterio en los estrechos moldes de un sistema económico, que por el mero hecho de que en la célula y e» el hombre todo se renueva y transforma, sufrirá él las renovaciones y transformaciones consiguientes á todo organismo social.
La anarquía es la base de una sociedad que está; justa, porque sus miembros serán libres; pero dentro de lo que representa la anarquía caben infinidad de fórmulas. Sobre la base libertaria con seguridad se sentarán muchos sistemas, como sobre la base de la autoridad se han levantado un sinnúmero de formas de gobierno. Después vendrán las afinidades entre individuos, entre grupos, entre masas que pactarán lo que les convenga ó quieran.

Si un individuo quiere vivir completamente aislado, así vivirá, sin que nadie le imponga otro sistema de vida; si prefiere la comunidad, en la comunidad estará; si cree que la civilización es un bien, un goce, que representa una suma de bienestar digna de disfrutarse, en ella permanecerá; si, por el contrario, cree que los refinamientos de la civilización han traído las enfermedades y la degeneración de las razas, se irá en lo frondoso de los bosques ó en las fértiles praderas á gozar y á deleitarse en la contemplación de la Naturaleza. A éste, que se contentará con las acariciadoras auras, con el perfume de las flores, con las armonías de
la Natura, le bastará un trabajo simple para satisfacer sus necesidades; para el que busque los goces de la civilización necesitará un trabajo complejo. La vida será lo que nosotros querramos sea; no una imposición continua, como es en la actualidad.

El temor ha sido siempre uno de los aliados más fieles del poder, que intenta que la población viva inmersa en él. La creación artificial de atmósferas de miedo obliga a los ciudadanos a blindarse frente a los contextos sociales. El miedo que anida en el cerebro quebranta la resistencia, genera pánico y paraliza la disidencia; no hay poder en la Tierra que no haya confiado en alguna forma de terror. Tras un desastre —natural, político, económico— el miedo inicial deja paso a la ansiedad; la gente teme más los riesgos que se le imponen que los que acepta. Todos los esfuerzos por liberar al hombre han sido en realidad impulsos por liberarlo del miedo, para crear las condiciones en que no sintiera la dependencia como una amenaza; cuanto más asesino y más totalitario es el poder más priva al hombre de libertad porque lo que engendra es temor.
Surge así lo que algunos han denominado la ideología del miedo, “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. El miedo como arma de dominación política y control social; el miedo como herramienta de destrucción masiva en la guerra de clases. A lo largo de la historia ha habido todo tipo de movimientos sociales y culturales fundamentados en esa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de ese peligro real o supuesto, presente, futuro o pasado.

El miedo no solo como construcción social sino también ideológica. Como es omnipresente y está arraigado, produce desconfianza y conflicto con el “otro”, al que se atribuye la culpa de lo ocurrido o de lo que puede acontecer, y genera, por tanto, la necesidad de protegerse de él. Esa es la ideología del miedo, que llega a través de sus transmisores, los “fabricantes de miedo”, muy vinculados en la contemporaneidad a los medios de comunicación de masas y a la información, comunicación y propaganda que se transmite instantáneamente a través de Internet.

El miedo y sus usos políticos puede servir para entender muchas de las cosas que pasan en este mundo que habitamos, el miedo tiene poder para cambiar el mundo, como también lo tiene la esperanza. El miedo es un instrumento sumamente poderoso que el neoliberalismo (que es sin duda mucho más que una teoría económica) lleva alentando y manejando desde hace mucho tiempo, como uno de los marcos de interpretación clave para entender la realidad y definirla (Lakoff).

El miedo actual es, sin embargo, un miedo líquido, difuso, y nos trasmite que lo mejor es esconderse sin un plan de respuesta claro porque no tenemos claras las amenazas. Dejadnos llevar las riendas, nos avisan, porque contra temores poco tangibles es difícil combatir.

La táctica ha estado ahí siempre. El miedo, una emoción básica que nos paraliza o nos llama a la acción, es también una construcción socio cultural intencionada. Aprendemos a través de los demás qué debe producirnos terror y cómo responder al mismo. Y por eso los que son capaces de señalar cuáles deben ser nuestros desasosiegos pueden fabricar a su antojo el "antídoto salvador".

Pero en la actualidad vivimos una época de recrudecimiento de esta estrategia. En los últimos años, la crisis económica ha ayudado a los asustadores profesionales a amedrentarnos hasta la parálisis, infundiendo un temor abstracto a los otros, a los extranjeros, al gasto público, al terrorismo y la inseguridad. Naomi Klein nos recuerda en La doctrina del shock que, para los pensadores neoliberales, toda crisis (real o percibida) es una oportunidad para aplicar sus políticas de ajuste. Paralizados por nuestras pesadillas, damos por bueno lo que en otras circunstancias nos resultaría inaceptable. Atemorizados, nos convertimos en personas individualistas, mucho más manipulables porque dividiendo es más fácil convencer. Olvidamos ayudar a los demás y nos quedamos solos convirtiéndonos en individuos mucho más vulnerables.

Al igual que el texto proponía a los ciudadanos no salir de casa, los gobernantes actuales nos aconsejan sumisión. Nos quieren divididos, aplicando la estrategia de "sálvese quien pueda", centrados en lo que nos diferencia y olvidando lo que nos une, dispuestos a renunciar a elementos clave de nuestra libertad en pro de la ansiada seguridad.

Un miedo amplificado por los medios de comunicación que agrandan las narrativas del miedo; la mayor de ellas la del terrorismo internacional, pero también la del miedo al inmigrante o al diferente, el miedo económico, el miedo a la violencia. Un miedo que nos sitúa en una sociedad del riesgo, un miedo global y globalizado, de sociedades violentas, en el que, todos asustados, tenemos que combatirnos, que salvarnos como podamos, sin fiarnos los unos de los otros, defendiéndonos de amenazas intangibles pero constantes, el mundo está en guerra permanente, las amenazas se relevan entre sí, son difusas, no se someten al discurso de la lógica.

Ya no tratan de ilusionarnos con grandes utopías: sólo se postulan para salvarnos de nuestros temores.

"Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida... Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar, miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo a morir, miedo a vivir" Es el tiempo del miedo globalizado.

Pero no van a conseguir meternos miedo porque los efectos paralizadores de esa táctica se diluyen muy rápidamente: en cuanto los ciudadanos nos sacudimos el polvo del miedo, salimos a la calle a airear nuestras ilusiones.

El miedo se combate con información, se combate enfrentándose al mismo, se enfrenta en primer lugar decidiendo mirarle a los ojos; las advertencias de los traficantes de miedo no impedirán que el impulso de movimientos como el anarquismo nos recuerden que, aunque a unos pocos les beneficie el terror, la esperanza es para el ser humano la estrategia conjunta más adaptativa. "Sin trabajo, sin futuro, sin casa, sin miedo" nos recuerdan señalando lo subversivo y movilizador de perder el miedo.

Contra sus políticas del miedo, del terror, estamos nosotros los y las anarquistas, organizados en nuestras asambleas, organizando nuestras luchas sociales que en definitiva es la lucha por lograr una sociedad mejor, donde no existan diferencias de clases, donde no existan explotadores, donde no exista la esclavitud.

Llevamos años y años enarbolando nuestra bandera anarquista como símbolo de esta lucha y ahora pasaremos a contar la historia de nuestra bandera:

Las banderas anarquistas han ondeado en los cinco continentes (ya que la Antartida no está poblada) símbolos de nustra lucha.

Y no solo ondean en las luchas sociales, también en las victorias. En México fué la bandera roja con la leyenda de “Tierra y Libertad”, durante la ocupación de Tijuana. En Ucrania durante la organización de las comunas anarquistas fué la bandera negra. En España durante la guerra contra el fascismo fué la bandera rojinegra y en algunas columnas la bandera negra.

Con la A circulada, con las siglas de las organizaciones anarquistas o mezclando los colores rojo y negro, nuestra bandera, circula en todas las luchas, en todos los tiempos recientes y en todos los paises.

¿que significado tiene cada bandera? ¿quienes las crearon? ¿por qué fueron creadas?

BANDERA NEGRA: En 1883 la anarquista Louise Michell enarbola un trozo de falda negra como bandera, símbolo de la huelga. A partir de ese momento la bandera negra da personalidad al anarquismo, ya que será desde entonces la bandera tomada por la mayoría de los anarquistas a nivel mundial. Existe un dato anterior al uso de la bandera negra usada por Louise Mitchell: en Lyons, Francia había una explotación salvaje a los trabajadores en la industria textil. Los jefes de talleres eran trabajadores dueños de sus propias máquinas, pero cuando el trabajo era excesivo, contrataban lo que se llamaba “compagnons”, una especie de ayudantes a sueldo. Los fabricantes, por su cuenta, eran verdaderos explotadores; ya que eran ellos quienes pagaban los salarios a los jefes de talleres y a los “compagnons”. En julio de 1830 existen ya numerosas protestas contra el gobierno debido a los abusos de los fabricantes y las leyes permisivas del Estado. Un grupo de estos luchadores, provinientes de asambleas de trabajadores, enarbolan la bandera negra, la misma que usaban en las huelgas los “canuts” o tejedores de seda, con el lema “vivir trabajando o morir combatiendo”. Aunque Proudhon no era del todo afín a este lema, es de estas organizaciones asamblearias de trabajadores de donde extraerá varias de sus ideas plasmadas en su su primer libro “¿qué es la propiedad?” y fué el primero en reivindicar la palabra anarquia como filosofía social.

Los Canuts enarbolando la bandera negra rechazaron en todo momento la incursión de políticos en sus asuntos. Fueron los “Volontaires du Rhône” quienes pretendieron apropiarse del movimiento y que fueron rechazados por los Canuts con sus banderas negras. Esta muestra de rechazo de los políticos es el antecedente perfecto del anarquismo mundial.

BANDERA ROJINEGRA: la bandera roja era usada en todos los movimientos socialistas del siglo XIX. Continuó usándose aún por muchos anarquistas después de Louise Mitchell en 1883. Tenemos por ejemplo a Malatesta usando la bandera roja durante la toma de Benevento.

La bandera rojinegra no significa, como muchos la definen equivocadamente, el luto por el negro y la sangre por el rojo; como lo definen de manera romántica y sin tener en cuenta el verdarero origen. La bandera rojinegra significa la fusión del anarquismo y del sindicalismo revolucionario. Lo que se conoce como anarcosindicalismo. El anarquismo tiene sus propias formas y métodos organizativos, así como sus fines; el sindicalismo revolucionario tiene también sus formas y métodos organizativos. Ambos son muy afines pero no son exactamente lo mismo.

En 1913 durante la manifestación del 1 de mayo, los trabajadores de la Casa del Obrero Mundial usan la bandera rojinegra como emblema de su lucha. Sin embrago, Joan García Oliver data la aparición de la bandera rojinegra en 1923 en España debido a la fusión de los grupos de Bandra Roja (sindicalistas revolucionarios) y los grupos de Bandera Negra (anarquistas). En sus memorias nos cuenta: “Paralelamente a la creación de sindicatos, grupos de afinidad ideológica, ateneos, la juventud obrera debería ser agrupada en formaciones paramilitares de núcleos reducidos, sin conexión entre sí, pero estrechamente ligados a los comités de defensa de barriada y estos a un Comité de Defensa Local, dentro del espíritu de cración revolucionaria de los miñitantes del anarquismo y del sindicalismo revolucionario español, que al unificar sus fuerzas y sus actividades en 1923 dió nacimiento a la acción anarcosindicalista, síntesis de las tendencias de Bandera Roja y Bandera Negra, que debería simbolizarse en una bandera nueva, rojinegra”

Como vemos la bandera rojinegra aparece en México durante el 1 de mayo en 1913 y después en España en 1923 y en 1931.

Negra o Rojinegra, las banderas del anarquismo, las negaciones de todas las demás banderas, seguirán ondeando al viento donde haya anarquistas.